Este texto es un poema, concretamente el “Soneto V”, escrito por Garcilaso de la Vega (1501-1536). El poema forma parte de los 38 sonetos que Garcilaso adaptó a la prosodia castellana, basados en los sonetos que constituyen “Il Canzoniere” de Francesco Petrarca.
El tema del poema es la descripción de la experiencia amorosa del poeta hacia su amor platónico.
Junto con los demás, este poema de tipo amoroso, alude a la relación del poeta con Isabel Freire, dama que constituye el amor platónico del autor, inspirador de todos sus sonetos de temática amorosa, al igual que Laura para Petrarca. El Petrarquismo fue una corriente ideológica de gran importancia en la poesía de Garcilaso, ya que el amor puro tiene un componente inspirador de arte y del equilibrio emocional, y, en ningún caso alude al deseo sexual.
Esta corriente se caracteriza por mantener elementos de corrientes anteriores, e influye enormemente el ideal de poesía trovadoresca: el amor cortés. Este conserva la idealización de la mujer y el sometimiento del hombre a esta. Sin embargo esta concepción es complementada por los ideales del dolce stil nuovo y donna angelicata. De esta manera la dama es considerada mensajera de Dios y refleja la idea de belleza y bondad de sentimientos junto con un ideal de perfección. El hombre en cambio se rinde a tales cualidades y será incapaz de alcanzar este ideal sin la ayuda de la dama.
No obstante, Ausiàs March y el Neoplatonismo contribuyeron a la concepción del amor como se puede ver en el poema. March aporta mayor sinceridad e intensidad del amor y el Neoplatonismo renacentista considera el amor una vía de perfeccionamiento personal.
El texto, como el propio nombre dice, es un soneto que sigue un esquema clásico, formado por catorce versos endecasílabos distribuidos en dos cuartetos con rima asonante ABBA/ABBA y dos tercetos con rima consonante correlativa CDE/CDE. A nivel temático, el poema se divide en dos partes: en la primera, que comprende los dos primeros cuartetos, se hace una descripción de la situación emocional y de la experiencia amorosa del autor, mientras que, en la segunda parte, comprendida por los dos tercetos, constituye una declaración de amor del poeta hacia la dama de la que está fuertemente enamorado.
El primer cuarteto describe cómo la inspiración de la dama, fruto de su belleza y bondad tiene el poder de controlar el cuerpo y la voluntad del poeta, y así, es capaz de plasmar sus sentimientos en el alma del poeta para dar origen al poema. La alusión al alma del amado refuerza la idea de un amor puro y espiritualizado, alejado de componentes sexuales, y refleja a la dama como donna angelicata o imagen de la perfección. El poeta por sí solo es incapaz de crear una obra tan perfecta por sí solo y por eso se limita a leer. En esta estrofa se puede apreciar la presencia de una poliptoton en los tres primeros versos con el uso de diferentes formas del verbo escribir que, junto con la antonimia (escribir = dama, leer = poeta) introducen la idea de amor cortés. Además, se hace uso de una metonimia en el primer verso en el que se alude al gesto para hacer referencia a la dama y durante toda la estrofa se puede percibir una aliteración del sonido [s] que contribuye a hacer notar el uso de la voz baja por parte del autor. Aparece también una anadiplosis entre los versos 4 y 5 (en esto) para dar continuidad al tema inicial en la siguiente estrofa.
Durante el segundo cuarteto el poeta describe la intemporalidad de su amor con el uso repetido del verbo estar y siempre, y, a través de la antítesis del verso 7 (entiendo / creo) aparece una oposición entre razón y fe. Para el poeta, la belleza y bondad de la dama es incomprensible, y solamente puede tener fe en ella. Este concepto podría ser equiparado con la religión, ya que, aunque la figura de Dios no llega a ser entendida, la sociedad se aferra a la creencia o la fe.
A continuación, en la tercera estrofa el poeta inicia su declaración de amor que podría interpretarse como una hipérbole de este, aunque realmente no hace que se pierda el equilibrio del amor renacentista debido a la fuerte influencia de los ideales trovadorescos como el amor cortés. En el verso 10 aparece una personificación del alma, ya que esta, sin la voluntad del propio poeta, ha dibujado este ideal de perfección de la dama. Seguidamente se usa una dilogía y una metáfora, ya que al usar hábito considera a la dama como la cubierta del alma del poeta, junto con un sentido costumbrista, enfatizando el amor hacia su amada.
El segundo y último terceto es el que posee una mayor intensidad, ya que insiste en la comparación de la dama con una divinidad, que, al igual que Dios, es capaz de dar la vida y la muerte. Mediante la esticomitia en el verso 12, el final del verso coincide con la idea del poeta de rendición ante los pies de la dama que, junto con anáforas (por vos) y paralelismos de los versos 13 y 14, contribuyen a dar una mayor intensidad a la estrofa. Esta, finaliza con una enumeración de conceptos que constituyen una declaración de fidelidad a su amada.
Por último, cabe destacar el uso en gran parte de los versos del hipérbaton, para enfatizar algunas ideas, como del asíndeton para dar una mayor fluidez al poema.
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